Descripción
Hasta hace poco, el método científico clásico partía del supuesto que para conocer había que separar. El problema está en que una opción metodológica la habíamos convertido en una finalidad, olvidando que lo que se separa debe ser reunido. Está claro, por ejemplo, que la actual crisis climática está relacionada con esta forma de pensar. Por el contrario, el método de la complejidad, para Edgar Morin, consiste en considerar el enmarañamiento de datos sin reducirse a una explicación única, pero también sin caer en la tentación de las contradicciones perezosas. Desde esta perspectiva, la crisis que afecta a la racionalidad contemporánea, lejos de ser un derrumbe, podría constituirse en un nuevo comienzo para los hombres. Como todo problema complejo, la reforma del pensamiento tiene múltiples entradas y salidas. Uno de esos medios –nos dice Morin– podría ser una reforma de la enseñanza primaria, la cual partiendo de las cuestiones fundamentales (¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?) reúna desde temprano, conocimientos provenientes de las diferentes disciplinas. En otras palabras, se trata de: “…reaprender a ver, a concebir, a pensar, a actuar. No conocemos el camino, pero sabemos que el camino se hace caminando (…) No tenemos promesa, pero sabemos que lo imposible puede ser posible, tanto como lo posible imposible”. Este texto contiene tres ensayos. El primero, del propio Edgar Morin, quien gentilmente hizo llegar su contribución. En él, nos pone en alerta sobre los peligros de ¨la inteligencia tuerta¨ y la necesidad de acceder a un tipo de conocimiento complejo. El segundo, el del compilador, consiste en una primera reflexión sobre ¨América Latina y complejidad¨, básicamente con el fin de intentar pensar de manera diferente nuestro continente y establecer un diálogo entre Edgar Morin y otros autores latinoamericanos. En el tercero, Luis Enrique Ruiz hace una aproximación al tema de la universidad y el pensamiento complejo.