Descripción
Este es un libro políticamente incorrecto que intenta poner en evidencia las muchas falsedades y omisiones utilizadas en los campos científicos para combatir el consumo de tabaco. El autor se introduce en estos campos cuyos profesionales consideran patrimonio exclusivo de ellos y no, por ejemplo, de un politólogo precisamente para rebatir con estudios igualmente científicos lo que afirman los tabacofóbicos. Lo que le ha interesado a Rodríguez Araujo no es defender el consumo de tabaco sino discutir la solidez de los argumentos y pronósticos de quienes lo combaten. Las fobias contra el tabaco, que siendo antiguas se han recrudecido en los últimos años gracias a las campañas de los grupos antitabaco, están basadas en la creencia prejuicio de hecho de que fumar es causa de muerte, como si no fumar garantizara una vida larga y placentera en un mundo donde tres mil millones de personas viven con menos de dos dólares diarios, para no mencionar otras muchas tragedias considerablemente más importantes que fumar o no fumar. Estas campañas contra el tabaco fueron asumidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), especialmente desde 1998, convirtiéndolas en una cruzada mundial, con el apoyo de la mayoría de los gobiernos, basadas en estudios científicos convenientes (a veces desprovistos de sus matices) y soslayando otros que el autor cita para cuestionarlos. En el capítulo sobre México, Rodríguez Araujo exhibe las inconsistencias de quienes (investigadores, diputados, senadores y funcionarios públicos) impusieron las leyes contra el consumo del tabaco en adecuación perfecta (y a veces exagerada, como en el Distrito Federal) a las directrices de la OMS y de los grupos antitabaco más recalcitrantes.