Descripción
El mejor método para mantener despierto a un estudiante es proponerle un juego matemático intrigante, un pasatiempo, un truco mágico, una paradoja, un trabalenguas o cualquiera de esas mil cosas que los profesores aburridos suelen rehuir porque piensan que son frivolidades. No obstante, los maestros que sólo ofrecen pasatiempos, son igual de ineficaces. Para enseñar unas matemáticas significativas, debe existir una relación recíproca entre seriedad y frivolidad; la frivolidad mantiene alerta, la seriedad hace que el juego merezca la pena. El contenido del libro es variado: encontramos pasatiempos con estrellas mágicas, cuadrados mágicos, cerillas, construcción y partición de figuras, operaciones misteriosas, problemas de lógica, paradojas, ilusiones ópticas y ajedrez. Los juegos están dirigidos a los niveles de primaria, secundaria y a cualquier persona interesada en ejercitar su mente. Lo más interesante es la manera como estos se resuelven de acuerdo a los conocimientos matemáticos de cada quien.